"Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo." Arthur C. Clarke

miércoles, 25 de junio de 2008

Manifiesto por la lengua común

Estoy completamente de acuerdo con el manifiesto por la lengua común impulsado por diversos intelectuales, políticos y periodistas y avalado por el periódico El Mundo. Ya iba siendo hora de que alguien dijera bien alto y claro tantas obviedades que, sistemáticamente, se incumplen en diversos lugares del estado español. Puro sentido común, tan difícil de encontrar en estos días. Dejo aquí copiado dicho manifiesto íntegro, el cual suscribo letra a letra y al cual ya me he adherido:

Desde hace algunos años hay crecientes razones para preocuparse en nuestro país por la situación institucional de la lengua castellana, la única lengua juntamente oficial y común de todos los ciudadanos españoles. Desde luego, no se trata de una desazón meramente cultural –nuestro idioma goza de una pujanza envidiable y creciente en el mundo entero, sólo superada por el chino y el inglés- sino de una inquietud estrictamente política: se refiere a su papel como lengua principal de comunicación democrática en este país, así como de los derechos educativos y cívicos de quienes la tienen como lengua materna o la eligen con todo derecho como vehículo preferente de expresión, comprensión y comunicación.

Como punto de partida, establezcamos una serie de premisas:

1) Todas las lenguas oficiales en el Estado son igualmente españolas y merecedoras de protección institucional como patrimonio compartido, pero sólo una de ellas es común a todos, oficial en todo el territorio nacional y por tanto sólo una de ellas –el castellano- goza del deber constitucional de ser conocida y de la presunción consecuente de que todos la conocen. Es decir, hay una asimetría entre las lenguas españolas oficiales, lo cual no implica injusticia (?) de ningún tipo porque en España hay diversas realidades culturales pero sólo una de ellas es universalmente oficial en nuestro Estado democrático. Y contar con una lengua política común es una enorme riqueza para la democracia, aún más si se trata de una lengua de tanto arraigo histórico en todo el país y de tanta vigencia en el mundo entero como el castellano.

2) Son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüisticos, no los territorios ni mucho menos las lenguas mismas. O sea: los ciudadanos que hablan cualquiera de las lenguas co-oficiales tienen derecho a recibir educación y ser atendidos por la administración en ella, pero las lenguas no tienen el derecho de conseguir coactivamente hablantes ni a imponerse como prioritarias en educación, información, rotulación, instituciones, etc… en detrimento del castellano (y mucho menos se puede llamar a semejante atropello “normalización lingüística”).

3) En las comunidades bilingües es un deseo encomiable aspirar a que todos los ciudadanos lleguen a conocer bien la lengua co-oficial, junto a la obligación de conocer la común del país (que también es la común dentro de esa comunidad, no lo olvidemos). Pero tal aspiración puede ser solamente estimulada, no impuesta. Es lógico suponer que siempre habrá muchos ciudadanos que prefieran desarrollar su vida cotidiana y profesional en castellano, conociendo sólo de la lengua autonómica lo suficiente para convivir cortésmente con los demás y disfrutar en lo posible de las manifestaciones culturales en ella. Que ciertas autoridades autonómicas anhelen como ideal lograr un máximo techo competencial bilingüe no justifica decretar la lengua autonómica como vehículo exclusivo ni primordial de educación o de relaciones con la administración pública. Conviene recordar que este tipo de imposiciones abusivas daña especialmente las posibilidades laborales o sociales de los más desfavorecidos, recortando sus alternativas y su movilidad.

4) Ciertamente, el artículo tercero, apartado 3, de la Constitución establece que “las distintas modalidades lingüísticas de España son un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. Nada cabe objetar a esta disposición tan generosa como justa, proclamada para acabar con las prohibiciones y restricciones que padecían esas lenguas. Cumplido sobradamente hoy tal objetivo, sería un fraude constitucional y una auténtica felonía utilizar tal artículo para justificar la discriminación, marginación o minusvaloración de los ciudadanos monolingües en castellano en alguna de las formas antes indicadas.

Por consiguiente los abajo firmantes solicitamos del Parlamento español una normativa legal del rango adecuado (que en su caso puede exigir una modificación constitucional y de algunos estatutos autonómicos) para fijar inequívocamente los siguientes puntos:

1) La lengua castellana es común y oficial a todo el territorio nacional, siendo la única cuya comprensión puede serle supuesta a cualquier efecto a todos los ciudadanos españoles.

2) Todos los ciudadanos que lo deseen tienen derecho a ser educados en lengua castellana, sea cual fuere su lengua materna. Las lenguas cooficiales autonómicas deben figurar en los planes de estudio de sus respectivas comunidades en diversos grados de oferta, pero nunca como lengua vehicular exclusiva. En cualquier caso, siempre debe quedar garantizado a todos los alumnos el conocimiento final de la lengua común.

3) En las autonomías bilingües, cualquier ciudadano español tiene derecho a ser atendido institucionalmente en las dos lenguas oficiales. Lo cual implica que en los centros oficiales habrá siempre personal capacitado para ello, no que todo funcionario deba tener tal capacitación. En locales y negocios públicos no oficiales, la relación con la clientela en una o ambas lenguas será discrecional.

4) La rotulación de los edificios oficiales y de las vías públicas, las comunicaciones administrativas, la información a la ciudadanía, etc…en dichas comunidades (o en sus zonas calificadas de bilingües) es recomendable que sean bilingües pero en todo caso nunca podrán expresarse únicamente en la lengua autonómica.

5) Los representantes políticos, tanto de la administración central como de las autonómicas, utilizarán habitualmente en sus funciones institucionales de alcance estatal la lengua castellana lo mismo dentro de España que en el extranjero, salvo en determinadas ocasiones características. En los parlamentos autonómicos bilingües podrán emplear indistintamente, como es natural, cualquiera de las dos lenguas oficiales.

Firmas (orden alfabético): Mario Vargas Llosa, José Antonio de la Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen Iglesias, Carlos Martínez Gorriarán, Jose Luis Pardo, Alvaro Pombo, Ramón Rodríguez, Jose Mª Ruiz Soroa, Fernando Savater

6 comentarios:

Gonover dijo...

Creo que hay un error en los firmantes, no encuentro a Bibiana Aído.

Daniel Terrasa dijo...

gonover:
Claro que no la encuentras porque es un documento machista. Debería poner "firmantes y firmantas" ;)

Saludos

animalpolítico dijo...

Pues yo prefiero adherirme a la Constitución Española.

Adivagar dijo...

Me parece muy bien, animal, yo también me adhiero a la Constitución Española. A modo de recuerdo, el único punto en el que se habla de las lenguas oficiales es el artículo 3 que copio aquí:

Artículo 3.

1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.

3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.

Claro que me adhiero a este artículo. Y por ese motivo estoy de acuerdo con el manifiesto. Porque creo que es importante que en España se cumpla nuestra constitución. Y en este punto ahora mismo no se hace. Sin ninguna duda. No creo que sea necesario recordar que en determinadas comunidades autónomas la educación no se puede recibir en castellano, o que en las administraciones autonómicas (también del estado) no te atienden en castellano, o la información pública (carteles, trípticos, folletos de información, rotulaciones, anuncios, señalización, viarios...) no está en castellano. Nos guste o no, eso sucede ahora mismo en España, y eso es lo que denuncia ese manifiesto. Me parece puro sentido común.

animalpolítico dijo...

Adivagar, no comparto en modo alguno que ese artículo de la Constitución al que me refería el otro día no se cumpla en la actualidad. Otra cosa es si la política lingüística catalana o vasca nos parecen correctas. Pero no incumplen la Constitución, salvo que se demuestre lo contrario. ¿Por qué si no el manifiesto solicita un cambio de la Carta Magna?

Para más detalle me remito a la entrada que escribí ayer al respecto en mi blog.

Anónimo dijo...

Sientiéndolo mucho no podía estar más en desacuerdo contigo adivagar.

Soy madrileño y llevo más de tres años en Cataluña y en ningún momento he tenido problemas para mantener una conversación en castellano cuando así pedía que fuese. Si pides que se te hable en castellano porque no entiendes catalán, la gente lo hará gustosamente.

Es cierto que te puede tocar encontrarte con una persona cerrada en banda y borde, pero de eso hay en todos lados. Porque 4 gatos no sean como tienen que ser no se puede andar generalizando y decir que todos los catalanes son así. Idem para valencianos, vascos, gallegos, salamantinos, extremeños, madrileños, etc etc etc. El problema no está en los idiomas, está en la conducta y la forma de comportarse. Con ser educados y tolerantes no existirían estas discusiones.

¿Y que más te da que los folletos y carteles informativos estén en catalán? ¿No te ves capaz de defenderte o de pedir a alguien que por favor te explique lo que pone en tal o cual sitio? ¿Acaso cuándo viajas a Francia o cualquier otro país no pides ayuda en caso de necesitarla? ¿De verdad es tan perjudicial que las cosas estén escritas en catalán, que es SU idioma?

Y como dice "animalpolítico", no se está incumpliendo la Constitución.

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