"Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo." Arthur C. Clarke

miércoles, 16 de julio de 2008

Grandes líneas

Durante gran parte de los siglos XIX y XX el ferrocarril fue el principal elemento vertebrador de numerosos estados. Las líneas férreas eran las grandes infraestructuras de la época, llegaban a casi cada rincón del mundo y mejoraron enormemente la comunicación entre las grandes ciudades y, sobre todo, entre el mundo rural y el urbano. Hoy en día esa red ha desaparecido y únicamente se mantienen las vías que comunican los grandes núcleos poblacionales y las medias-largas distancias. El tren ha dejado de ser ese elemento globalizador de la época industrial.

Pero nos ha dejado un legado digno de admiración. Las soluciones de ingeniería que se dieron entonces a la orografía estaba limitada por los materiales de los que se disponía. No podían construir los enormes viaductos de hormigón y acero a los que estamos ahora habituados, ni disponían de tuneladoras para horadar una montaña. En su lugar debían sortear las dificultades con túneles excavados a “pico y pala” y con puentes de piedra con majestuosos arcos. Métodos empleados desde hacía dos mil años mejorados con las técnicas de finales del siglo XIX o principios del XX.

El resultado eran líneas férreas sinuosas, lentas, que ascendían cordilleras aprovechando las laderas y pasos naturales con alguna maravillosa obra de ingeniería aquí y allá, integradas de modo admirable en el paisaje, escondidas a los ojos de la mayoría. Como una vieja carretera de montaña, incómoda, peligrosa, pero de una belleza de la que carecen las autopistas. Hoy en día muchas de esas líneas se han reconvertido en viajes turísticos, en trenes “con encanto” que recorren parajes naturales espectaculares en lentos viajes para disfrutar de la naturaleza. A otras se les han quitado los carriles, el balasto, y se ha dejado la plataforma para convertirlas en caminos de senderismo. El resultado lo podemos ver en imágenes tan espectaculares como las que os muestro a continuación.

Estas primeras corresponden a la línea Shimla-Kalka, en la India, en las estribaciones del Himalaya. Se trata de un trazado abrupto y sinuoso, con escarpadas laderas, construido a principios del siglo XX. Esta línea acaba de ser declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, en la categoría de Sitio Cultural.




Las siguientes son de la línea de Semmering, en Austria. Se trata de un ferrocarril de montaña con un espectacular trazado jalonado de impresionantes viaductos. También ha sido declarado patrimonio de la humanidad.



A continuación, unas fotos de las líneas de ferrocarril de Albula y Bernina, en el cantón suizo de Los Grisones. Estas líneas han sido incluidas como patrimonio de la humanidad, en este caso dentro de la categoría de Paisajes Naturales. Entre ambas suman 128 kilómetros con más de 200 puentes y decenas de túneles a través de unos parajes montañosos de gran belleza.






Por último, dejo alguna foto más de otras líneas férreas interesantes, situadas unas en Estados Unidos y otras en los Andes.




Esta última foto es de cosecha propia. La saqué en el pueblo de Nueva, cerca de Llanes, Asturias, durante unas pruebas de equipos de protección de tren que realizamos hace unos meses. Se trata de una vía de FEVE, vía estrecha, por la que pasa el tren transcantábrico, una joya turística de nuestra industria ferroviaria.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesantísimo artículo y preciosas fotografías. Te lo dice un amante del ferrocarril.

¡Un saludo!

Dardo dijo...

La mayoría de mis desplazamientos a larga distancia siempre los he hecho en tren. En los trenes de entonces. Recuerdo que salía a las 20.00 horas de Almería y llegaba a Madrid a las 08.00 o 09.00; luego cogía otro tren a las 10.00 para Zaragoza y llegaba sobre las 15.30. ¡Qué tiempos!. Cuando cenaba en el Colegio Menor ese mismo día de la llegada tenía a veces la sensación del traqueteo. Hoy han mejorado mucho las comunicaciones en parte de España (desgraciadamente no en esta parte donde seguimos tardando siete horas y media en llegar a Madrid). Aun así me sigue gustando el llegar (a diferencia del avión) al propio centro de la ciudad; y la posibilidad de -durante el viaje- deambular por el tren y la cafetería y ver el paisaje desde una gran ventana.

Tú foto no desmerece en nada a las otras. Es más las supera en encanto. Un abrazo.

Francisco Miranda dijo...

También nosotros tenemos nuestros trazados espectaculares como el ascenso desde Pola de Lena a León a través de Pajares o los espectaculares viaductos de la línea Ferrol-Gijón.

Anónimo dijo...

Lástima que encontrar un post interesante no siempre te descubra un buen blog.
Tras el cebo de un post sobre trenes y vias férreas estaba oculto el blog de Losantos!!!

Adivagar dijo...

Max, muchas gracias. Lo cierto es que el mundo del ferrocarril es muy interesante, y está repleto de obras de ingeniería sorprendentes.

Buf, Dardo, esos viajes debían ser tremendos. Tendrá mucho encanto y paisajes espectaculares, pero creo que me quedo con la comodidad de un viaje en alta velocidad...

Eso es cierto, Francisco, en España también tenemos líneas con unos paisajes que son un espectáculo, lineas sinuosas llenas de puentes antiguos. Hay algunas que ahora sirven de trenes turísticos y otras que han sido reconvertidas en rutas de senderismo, por toda nuestra geografía.

anónimo, tu conclusión no podía ser más errónea. Pero bueno, cada uno que piense lo que quiera, no voy a perder el tiempo con esas cosas.

Saludos a todos.

Gonover dijo...

Anonimo, te certifico que, salvo mutaciones genéticas de última hora, Adivagar no es Losantos.

Te lo digo yo que lo conozco personalmente (a Adivagar, no a Losantos) tiempo ha.

Porque, no has mutado, ¿no Adivagar?

ArbeyuDigital dijo...

Impresionantes fotos. Me ha recordado que tengo que visitar ese tren Austriaco. Te mando uno muy similar, el famoso Darjeelin en Indica que seguro conoceras:

http://minasderiosa.blogspot.com/2008/01/toy-train-de-darjeelin.html

Anónimo dijo...

Y si fuera Losantos ¿cual es el problema? Parece que la inquisición se removiera en su tumba.

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