"Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo." Arthur C. Clarke

viernes, 18 de enero de 2008

El origen de la Luna, segunda parte

Hemos visto ya las primeras hipótesis que intentaron explicar la formación de la luna desde un punto de vista científico, la teoría de la acreción binaria y la teoría de la fisión. Ninguna de las dos parece acertada.

Una tercera hipótesis surgió entonces, la captura. La Luna se formó en un lugar diferente del espacio y fue capturada por la gravedad terrestre. Esta hipótesis no tiene buenos cimientos. Todo lo que conocemos de los distintos cuerpos rocosos del sistema solar nos muestra que la composición de cada planeta y satélite es diferente de todos los demás. El universo tiene una gama de piezas de construcción virtualmente infinito. Que se formen dos cuerpos en lugares diferentes, con la misma composición Luna-corteza terrestre, y que terminen juntos, es poco creíble. Que además ambos tengan la misma edad lo hace muy improbable. Se convierte así en una teoría víctima de la navaja de Occam. Y lo más importante, la masa de la Tierra es insuficiente para capturar un cuerpo del tamaño de la Luna.

Entonces, ¿cómo se formó nuestro satélite? El inicio de la respuesta lo podemos encontrar en unos espejos que los astronautas del programa Apolo instalaron en la Luna. Unos espejos en los que reflejar un haz láser lanzado desde un punto fijo de la Tierra, de forma que ese haz regrese al mismo punto instantes después. Medimos el tiempo que tarda la luz en regresar al punto de partida y conocemos así la distancia Tierra-Luna al milímetro. Y, año a año, observamos que la Luna se aleja. 38 milímetros por año, una cantidad nada despreciable. En el transcurso de una simple vida humana la Luna se habrá alejado tres metros de la Tierra. En nuestra corta historia como civilización se ha alejado unos 500 metros. Eso nos hace ver con claridad el pasado. La Luna cada vez más cerca de la Tierra, rotando a una velocidad cada vez mayor, hasta que llegamos al punto de unión, la creación de la Luna, la hipótesis del gran impacto.

Hace unos 4.500 millones de años, un cuerpo del tamaño de Marte se cruzó en nuestro camino. El impacto, rasante, fue apocalíptico. La Tierra se cubrió de magma, y los restos del gigantesco impacto fueron lanzados al espacio. Una parte de ellos volvieron a precipitarse sobre la hirviente Tierra. Otra parte se perdería por siempre en el espacio. Y una buena cantidad de la materia del impacto quedaría en órbita terrestre, formando un anillo que con el paso de los años formaría la Luna. Ésta es la teoría más aceptada hoy en día, pero también cuenta con inconvenientes. Explica bien los movimientos actuales de la Luna y su huida de nosotros. Explica porqué la Luna tiene la misma composición que la superficie terrestre, pero tiene un lunar en la composición del protoplaneta que impactó con nosotros.

Muy recientemente ha surgido una quinta teoría sobre su formación, llamada hipótesis de precipitación, que sugiere que la Luna se formó a partir de partículas expulsadas de la densísima primitiva atmósfera terrestre por causa de la enorme temperatura de la Tierra durante su formación y su velocidad de rotación. Es una teoría aun poco desarrollada, aunque prometedora. Pero, hoy por hoy, se acepta la teoría del gran impacto como la más probable. Eso sí, nunca parece haber nada seguro en el universo.

5 comentarios:

Butzer dijo...

Seguro que con los nuevos avances tecnológicos irán surgiendo nuevas teorías que dejarán atrás o confirmarán y reforzarán a estas últimas...Todo esto es siempre un camino hacia adelante, nuevos descubrimientos-nuevos avances.

Blanca dijo...

¿Sabes adivagar? me encanta leer las teorías que expones, son muy interesantes, porque generalmente uno no piensa en el por qué de las cosas y tu nos ilustras de muchos por qués.

En este caso, casi que me da igual de donde venga y a donde va la luna... solo quiero que siga ahí siempre, compañía confortable y romántica, compañera de ilusiones y paseos a su luz...

Tu entrada me ha recordado una maravillosa luna en Colonia de Sacramento, Uruguay. Una explanada verde de hierba al lado del río de la Plata tras una cena romántica a la luz de las velas y esa luna llena, enorme, reflejándose en las aguas de ese río-mar en compañía de mi amor.

Seguro que desde ese día se ha debido alejar de mi más de un centímetro, yo ni lo noto... solo me sigue acompañando en lo bueno y en lo malo, muda, excelente compañera...

Unknown dijo...

Esto hace pensar que nuestros antepasados la veían mas grande...

Anónimo dijo...

Adivagar, te he dejado un meme divertido en mi casita. Un besote

Adivagar dijo...

Butzer, supongo que nuevas teorías irán surgiendo. Pero la causa debe ser una, y espero que tarde o temprano demos con ella. Yo creo que fue provocado por el impacto de un protoplaneta, es lo que marcan las evidencias. Pero nunca estaremos completamente seguros...

Blanca, muchas gracias por tu comentario. La luna desde luego es muy, muy evocadora de grandes recuerdos. Desde entonces solo se ha alejado un poquitín.

Maripuchi, me pongo a componer...

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