"Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo." Arthur C. Clarke

martes, 8 de enero de 2008

Te regalaré mil mundos

Viendo las características de los diferentes cuerpos que componen el sistema solar, enseguida llama la atención la enorme variedad de mundos que podemos encontrarnos. No hay dos iguales.

Si echamos un vistazo a los planetas rocosos, nos encontramos a un árido Mercurio, gris, con su superficie abarrotada de cráteres de impacto, con una temperatura que alcanza los +420ºC de día y baja hasta los -180ºC por la noche. El sol es 2,5 veces más grande que visto desde la Tierra, y aun así el cielo es eternamente negro, pues carece prácticamente de atmósfera. Tenemos también el sofocante Venus, con una densa y pesada atmósfera de ácido sulfúrico, un planeta abrasador con una capa de nubes que nos hace imposible ver su superficie, repleta de material volcánico. Un planeta con un día más largo que su propio año, y que tiene también la peculiaridad de un movimiento de rotación contrario al resto de planetas, por lo que el sol sale por el oeste y se pone por el este. Luego viene la templada Tierra, de la que todo creemos saberlo. Y por último, Marte, un planeta árido y frío como la antártica, completamente oxidado, con una atmósfera tenue y carente de oxígeno o vapor de agua, con costas y cauces de ríos desecados hace millones de años.

Nos alejamos un poco más y entramos en el mundo de los gigantes gaseosos. El enorme Júpiter, con más masa que el resto de planetas juntos, con su gran mancha roja, una tormenta más grande que la Tierra y que dura ya más de tres siglos. Saturno, el planeta de los anillos, visiblemente achatado y tan ligero que flotaría en el agua, si existiera un océano capaz de contenerlo. Urano, el planeta más sereno, con inmensas auroras y un ángulo de rotación tumbado sobre la eclíptica, por lo que posee un abrasador polo mientras el otro pasa décadas a oscuras. El lejanísimo Neptuno, donde el sol es apenas una estrella algo más luminosa que las demás, con una sorprendente meteorología y una gran mancha oscura menguante.

Y queda mucho más, mundos helados en el reino de Plutón, satélites de mil formas y colores, Europa, como una bola de billar congelada, que encierra un océano en su interior. Io, del color del Azufre, escupiendo fuego hacia Júpiter. Titán con sus mares de metano y su atmósfera de hidrocarburos, la gigantesca Ganímedes, más grande que Mercurio, Tritón, Nereida, Proteo, Calixto, Fobos, Metis, Amaltea, Tebe, Praxídice, Carmé, Temisto, Aedea, Cale, Autónoe, Caldona, Elara, Carpo, Euante, Tione, Euporia, Himalia, Eurídome, Harpálice, Telxínoe, Erínome, Hegemone, Hermipé, Ananké, Isonoe, Leda, Megaclite, Cilene, Mnemea, Ortosia, Pasífae, Pasítea, Sinope, Aitné, Sponde, Táigete, Heliké, Calírroe, Yocasta, Mimas, Arce, Lisitea, Encélado, Tetis, Cálice, Dione, Rea, Titán, Hiperión, Jápeto, Febe, Titania, Oberón, Adrastea, Umbriel, Ariel, Miranda...

Poco a poco intentaré ir describiendo las características más importantes de cada uno de ellos, porque hay datos realmente curiosos que, como siempre, superan nuestra imaginación. Mil mundos, todos diferentes, todos especiales, y apenas conocemos ligeramente unos pocos cuerpos. Y todo esto solo en nuestro sistema solar, una estrellas entre miles de millones. No podemos ni imaginar todos los regalos que se esconden ahí fuera.

8 comentarios:

Blanca dijo...

Echaba de menos el placer de leer tus entradas científicas, adivagar... te deseo feliz año 2008

animalpolítico dijo...

Estupenda tarjeta. Me encanta el propósito de nuevo año que anuncias.

La astronomía está llena de mitología griega. ¡Qué nombres tan sonoros...!

Butzer dijo...

Bueno, y te has dejado los nuevos descubrimientos que poco a poco se van haciendo fuera de nuestro Sistema Solar... Eso sí, ya podían esmerarse un poco más con los nombres...xd
Saludos.

Martha Colmenares dijo...

¡Que interesante!, Adivagar, o fascinante, ese universo infinito.
Oportuno para desearte un gran 2008 en unión de todos los tuyos.
Un abrazo, Martha Colmenares

Anónimo dijo...

Cómo echo de menos a Carl Sagan!!!
Ay...


Feliz Año!!

Gonover dijo...

Feliz re-encuentro con el Blog.

Muy interesante entrada, aunque a veces me pierdo un poco entre tanta ciencia. Lo que tiene ser de letras...

Adivagar dijo...

Los nombres son muy sonoros y evocadores. Y muchas veces son muy apropiados a las características del cuerpo al que dan nombre. En ocasiones por puro azar, otras muy bien escogidas, como las lunas de Marte, Fobos y Deimos.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

animalpolítico dijo...

Pena y Pánico, los escuderos de Hades en el Hércules de Disney (¿recordáis? seguro que los padres sí...), con cuya ayuda logra enviar al héroe al mundo de los mortales, en el mito griego no son asistentes de Hades. Los guionistas de Hollywood se apoderaron de la pareja de escuderos de Ares (Marte para los romanos): Deimos o "Temor" y Phobos o "Miedo". Los escuderos de Marte (la guerra) son el temor y el miedo. No me digáis que la mitología griega no tiene poesía.

Y hoy son los nombres de los dos satélites de Marte. No me diréis que la idea no es hermosa.

Saludos, Adivagar y resto de lectores.

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