"Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo." Arthur C. Clarke

viernes, 29 de junio de 2007

La contingencia del universo

Según la definición de la Real Academia, contingencia significa: “cosa que puede suceder o no suceder”. Creo que todos tenemos claro que el universo “sucede”. Si no, no estaríamos aquí. También nosotros “sucedemos”. Lo perturbador es la enorme cadena de acontecimientos que ha tenido que producirse para que la contingencia se traduzca en nuestra existencia. Se trata literalmente de una cadena infinita de acontecimientos, por lo que la probabilidad de que existamos se vuelve infinitesimal. Se diría que matemáticamente es imposible nuestra existencia... O quizá no. Si consideramos un universo infinito, la probabilidad infinitesimal se convierte el certeza. En un universo infinito, tarde o temprano se dará la combinación exacta que termina implicando la existencia de todo lo que puede existir. En ese sentido, nuestra propia existencia sería inevitable.

Consideremos un ejemplo clásico: una biblioteca infinita. Una biblioteca en la que haya un infinito número aleatorio de combinaciones de letras. La inmensa mayoría de libros serían ininteligibles, pero a medida que aumenta el número de volúmenes, empezarían a aparecer palabras, frases, textos completos, generados de forma aleatoria. Así, tarde o temprano el azar haría que apareciera el Quijote, las obras completas de Shakespeare o mi propia biografía, aunque yo nunca la escriba. Aparecerían todos los libros jamás escritos, todos los libros que están por escribir, todos los libros imaginables. La poesía más sobrecogedora y la novela más intensa, así como sus adaptaciones a todos los idiomas que jamás hayan existido. Así, traduciendo este hecho a un universo infinito, en éste, tarde o temprano, terminaría apareciendo todo lo que puede existir, con lo que nuestra conciencia no sería más que una imposición de la existencia propia del universo.


Podemos ir más allá, observando que las propias leyes del universo parecen impuestas por alguna causa superior. Si esto es así, se puede inferir la existencia de una infinidad de universos con diferentes leyes físicas. Por ejemplo, en el nuestro, la fuerza de la gravedad es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. Pero podría ser que esa ley, aparentemente aleatoria y sin un principio, axioma en sí misma, fuese diferente. Si en vez de relación cuadrática fuera algo mayor o algo menor, no existirían planetas que sirvan de sustento a la vida. Si la fuerza nuclear débil fuese ligeramente diferente a la que es, no existirían estrellas que nos alimentasen. Si la segunda ley de la termodinámica fuera inversa, no se darían las condiciones para la aparición de la vida. En la propia estructura del universo subyace un principio existencial que hace que éste que habitamos sea propicio para la vida. Pero en un metauniverso de infinitos universos locales, la existencia de éste tan acogedor sería una certeza.


Es decir, si el universo es infinito, nuestra existencia sería inevitable, pero en un universo finito, nuestra existencia sería imposible. Dado que existimos, se podría inferir que el universo es infinito. Parece que vivimos en un universo diseñado para acogernos, aunque el principio antrópico, absurdo en si mismo, nos hace ver que esta afirmación es asimismo absurda. Nunca llegaremos a saberlo, aunque si tanto el universo como el tiempo son infinitos, nos lo volveremos a preguntar en un lejanísimo futuro, cuando las condiciones actuales se vuelvan, necesariamente, a repetir. Nuevamente Zaratustra aparecerá para predicar el Superhombre, nuevamente se dará cuenta de lo que es el "eterno retorno" y nuevamente despertará...
Pero algo falla en este razonamiento. La repetición infinita de una probabilidad infinitesimal no es una certeza, es una indeterminación. Lo imposible no se hace cierto en el infinito. Si tiramos un dado un número infinito de veces nunca saldrá un nueve. Entonces... ¿a qué conclusión llegamos?

8 comentarios:

garib dijo...

No estoy yo tan seguro de que nuestra existencia pruebe la infinitud del universo, aunque lo sea. ¿No se ha demostrado en varias ocasiones que la naturaleza tiende a seguir unos patrones? No estoy seguro, pero ¿no es esa la idea original de los fractales? Tal vez lo que demuestra nuestra existencia es que, por alguna razón, ciertas combinaciones son más frecuentes que otras.

Me has recordado lo que puede vacilar uno cuando dice que hay varios grados de infinito con los alephs de Cántor. Y lo de las habitaciones de Hilbert. Es un tema curioso.

Adivagar dijo...

La verdad es que son conceptos que se nos escapan. De todos modos la intención de esta entrada era solo divagar, al estilo de Zenón de Elea, que explicó de forma convincente que el movimiento era imposible, pues el móvil debe pasar por infinitos puntos en un tiempo finito.

La aritmética de números transfinitos de Cántor se me escapa, tengo que reconocerlo. Llega un momento en que la abstracción es demasiada...
Y las habitaciones de Hilbert es realmente curiosísimo. Es una prueba de que el concepto de infinito atenta contra la intuición y no sabemos manejarlos bien. En otra entrada explicaré lo de las habitaciones de Hilbert para explicárselo al resto. Y lo haré en dos entradas, primero la pregunta y otro día la respuesta...
jejeje

Dardo dijo...

Amigo. Cada día me gusta más esto; aunque me tenga que abstener de participar por no meter la pata. Pero es una auténtico placer leerte. Tod@s estáis dando mucho nivel; sí señor.

Adivagar dijo...

Muchas gracias, Dardo, me alegro de que te guste. Participa todo lo que quieras, que conociéndote seguro que no metes la pata.

Yo sigo asiduamente el tuyo, pero con pocos comentarios, porque el nivel como que me supera enormemente. La última discusión está siendo apasionante. El lunes o el martes pondré una entrada que quizá te venga bien para defender algunos puntos sobre el hecho religioso en España.

VdT dijo...

Estimado adivagar, y otros visitantes, únicamente anunciaros que (por fín) he estrenado mi blog "El Reloj del tiempo" (http://elrelojdeltiempo.blogspot.com)
De momento la cosa va de divagaciones de corte filosófico-científico-existencial...

Dardo dijo...

Viajero del tiempo. Felicidades. Te respondo aquí porque no sé como hacerlo en tu blog. Se nota que eres de la misma "tribu" que Adivagar (de mucha calidad). En fin; nos vais a deleitar sobremanera; pero a los de letras nos va a costar seguiros.

Gracias Adivagar.

Anónimo dijo...

Oi, achei teu blog pelo google tá bem interessante gostei desse post. Quando der dá uma passada pelo meu blog, é sobre camisetas personalizadas, mostra passo a passo como criar uma camiseta personalizada bem maneira. Até mais.

Adivagar dijo...

Viajero, he leido tu entrada del mensaje en una botella. Lo has puesto dificil con el tipo de letra, eh?

En cuanto tenga tiempo entro en tu blog y me leo la nueva. Si no me paso es que estoy haciéndome una camiseta personalizada... ???

Un saludo

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