Gades, Gadir, Cádiz, Salada Claridad
Mientras los fenicios ponían la primera piedra de Gades, en la futura Inglaterra unas tribus de la edad de bronce ponían la última piedra de Stonehenge. Pasarían más de mil años antes de que Rómulo y Remo fundaran Roma, la ciudad eterna. Trimilenaria Cádiz, la ciudad más antigua de occidente.
Colonia fenicia en el, entonces, otro extremo de su mundo, con el fin de comerciar con el oro de los tartesios, pobladores del sur de la península, una cultura todavía envuelta en misterio. Llegarían los descendientes de Rómulo y Remo, más de 50 generaciones después, y la rebautizaron como Gadir.
Por tus orillas pasaron Trajano, Amilcar Barca y su hijo Anibal Barca. Bajo el manto romano se convirtió en una urbe del sur, con el mayor teatro de la península, del que solo se conserva una pequeña parte. Entonces completamente rodeada de agua, se convirtió en un punto estratégico para todas las civilizaciones que la han codiciado. Sus mármoles y baños dejaron paso a la argamasa y minaretes árabes, que durante siglos te impregnaron de su cultura. Finalmente unida a tierra firme por una pequeña lengua de tierra, convertida en necrópolis de, hasta ahora, cuatro culturas.
Cristianizada tras la reconquista, con dos extrañas e imponentes catedrales. Maltratada por corsarios ingleses y derrotada en tus costas de Trafalgar. El oro de las Indias te convirtió en el puerto más importante de Europa y en ciudad famosa por su cultura y letras.
Más recientemente, fuiste cuna de la libertad en España, capital fortuita de los restos que dejaron los franceses, que no llegaron a pisar tus enrevesadas calles. Aquí nació la primera constitución española, de la que pronto se cumplirán 200 años. Cuna de la libertad, cuna de Alberti, Pemán o Falla. Qué difícil es resumir 3500 años de historia, casi 200 generaciones de gaditanos.
Cuna de mis recuerdos, que se entremezclan con tus calles y olores. La Caleta marinera, con sus brazos siempre abiertos a la mar. La Alameda y sus imponentes murallas, con las olas eternamente rompiendo a tus pies. Qué añoranza de tus plazas, Mina, las flores, Catedral, San Juan de Dios o Candelaria. Paseos por Canalejas, por la cuesta de las Calesas, por el barrio de la Viña y la barriada de Santa María. La magia de un atardecer en el campo del Sur, con un cielo malva, grana, sangrante de tu sol moribundo acostándose en tus aguas bravas.
Historias de carnavales, de barbacoas, historias de cargadores subiendo la cuesta Jabonería con el Perdón a hombros. Mañanas en la plaza de España, a la sombra de tus torres y del monumento a nuestra constitución, la Pepa. Tu muelle, que en Cádiz no hay puerto, antaño bosque de sogas, de maromas, de mástiles y velas, hoy torres de cruceros y contenedores. Las Puertas de Tierra, murallas de una ciudad siempre temerosa de sus enemigos, ahora dando la bienvenida a una ciudad acogedora y separando la historia de extramuros, la ciudad nueva, nacida de las cenizas que en 1947 dejó la explosión de los polvorines, explosión que se pudo oír en Sevilla, que tiñó, una vez más, tu cielo de la sangre de cientos de gaditanos, en la que sigue siendo una de las mayores tragedias civiles de la historia de España. Historia sufrida curada con las sales de tu bahía, de tu abrazo con el mar.
Sufrida sigue siendo la historia de tus hijos, madre, diosa Gades. Miles somos los huidos ante tu incapacidad para alimentarnos. Con todo el dolor y la añoranza de mi lejanía de tu salada claridad, de tu luz voluptuosa. Diosa Gades, madre dolorosa de hijos hambrientos y sedientos de tu abrigo. Te escribo con puñales en mi corazón, como la Pasión, por esa orfandad infinita que me deja tu ausencia cada noche, cada mañana. Mis hijos nunca serán ya tuyos, aunque yo siempre lo seré, hasta que descanse en paz en tus arenas trimilenarias.
Colonia fenicia en el, entonces, otro extremo de su mundo, con el fin de comerciar con el oro de los tartesios, pobladores del sur de la península, una cultura todavía envuelta en misterio. Llegarían los descendientes de Rómulo y Remo, más de 50 generaciones después, y la rebautizaron como Gadir.
Por tus orillas pasaron Trajano, Amilcar Barca y su hijo Anibal Barca. Bajo el manto romano se convirtió en una urbe del sur, con el mayor teatro de la península, del que solo se conserva una pequeña parte. Entonces completamente rodeada de agua, se convirtió en un punto estratégico para todas las civilizaciones que la han codiciado. Sus mármoles y baños dejaron paso a la argamasa y minaretes árabes, que durante siglos te impregnaron de su cultura. Finalmente unida a tierra firme por una pequeña lengua de tierra, convertida en necrópolis de, hasta ahora, cuatro culturas.
Cristianizada tras la reconquista, con dos extrañas e imponentes catedrales. Maltratada por corsarios ingleses y derrotada en tus costas de Trafalgar. El oro de las Indias te convirtió en el puerto más importante de Europa y en ciudad famosa por su cultura y letras.
Más recientemente, fuiste cuna de la libertad en España, capital fortuita de los restos que dejaron los franceses, que no llegaron a pisar tus enrevesadas calles. Aquí nació la primera constitución española, de la que pronto se cumplirán 200 años. Cuna de la libertad, cuna de Alberti, Pemán o Falla. Qué difícil es resumir 3500 años de historia, casi 200 generaciones de gaditanos.
Cuna de mis recuerdos, que se entremezclan con tus calles y olores. La Caleta marinera, con sus brazos siempre abiertos a la mar. La Alameda y sus imponentes murallas, con las olas eternamente rompiendo a tus pies. Qué añoranza de tus plazas, Mina, las flores, Catedral, San Juan de Dios o Candelaria. Paseos por Canalejas, por la cuesta de las Calesas, por el barrio de la Viña y la barriada de Santa María. La magia de un atardecer en el campo del Sur, con un cielo malva, grana, sangrante de tu sol moribundo acostándose en tus aguas bravas.
Historias de carnavales, de barbacoas, historias de cargadores subiendo la cuesta Jabonería con el Perdón a hombros. Mañanas en la plaza de España, a la sombra de tus torres y del monumento a nuestra constitución, la Pepa. Tu muelle, que en Cádiz no hay puerto, antaño bosque de sogas, de maromas, de mástiles y velas, hoy torres de cruceros y contenedores. Las Puertas de Tierra, murallas de una ciudad siempre temerosa de sus enemigos, ahora dando la bienvenida a una ciudad acogedora y separando la historia de extramuros, la ciudad nueva, nacida de las cenizas que en 1947 dejó la explosión de los polvorines, explosión que se pudo oír en Sevilla, que tiñó, una vez más, tu cielo de la sangre de cientos de gaditanos, en la que sigue siendo una de las mayores tragedias civiles de la historia de España. Historia sufrida curada con las sales de tu bahía, de tu abrazo con el mar.
Sufrida sigue siendo la historia de tus hijos, madre, diosa Gades. Miles somos los huidos ante tu incapacidad para alimentarnos. Con todo el dolor y la añoranza de mi lejanía de tu salada claridad, de tu luz voluptuosa. Diosa Gades, madre dolorosa de hijos hambrientos y sedientos de tu abrigo. Te escribo con puñales en mi corazón, como la Pasión, por esa orfandad infinita que me deja tu ausencia cada noche, cada mañana. Mis hijos nunca serán ya tuyos, aunque yo siempre lo seré, hasta que descanse en paz en tus arenas trimilenarias.
19 comentarios:
Hermoso tributo a una hermosa ciudad, que, confieso con vergüenza, no tengo el gusto de conocer.
Un apunte: los romanos no 'bautizan' ni rebautizan la ciudad, sino que le aplican el nombre previo tal y como ellos lo 'oyen', Gadir.
Felicidades por el blog, me gusta.
Saludos.
adivagar, sé que leyéndote voy a ser muy feliz.
Animal , tienes razón, no lo bautizaron, emplearon el mismo nombre como ellos lo entendieron. Como Pekín y Beijing. Y terminó su periplo llamándose Cai, como dicen allí. Por cierto, hay muy cerquita un barrio llamado Zaporito, en San Fernando. El nombre original era San Hipólito... Desde luego el lenguaje está vivo.
m.angel, gracias por la visita. Aquí te espero siempre que quieras, con una temática diferente, menos dada a la discusión pero sí a la reflexión. Por lo menos eso intentaré.
Un saludo, amigo.
Blanca, ha sido un comentario muy bonito el que has puesto. Me alegro mucho de que te haya gustado la entrada. Imagino que cuando algo se escribe con sentimiento, éste se transmite con más facilidad.
Pero a veces tendrás que aguantar algún rollazo sobre quasares o neutrinos. Es que me gustan unas cosas más raras... Lo dicho, mucas gracias por la visita y el comentario, y ya ves, aunque tengamos ideas políticas diferentes, todos sentimos igual.
Amigo; no he podido ser tan cortés como tú, y eso me ha impedido ser tu primer lector. Pero me suscribo a este remanso aurífero de esta realidad virtual.
¡Enhorabuena!. ¿Con qué clase de falsa modestia jesuítica te has estado adornando amigo mío, y de paso engañándonos?. ¿Con que no tenías mi capacidad de escritura?. Pero, ¿qué clase de falsario de la estética estás hecho?. Pero si éste es un material de primera; no de oro, sino de platino.
Sras. y Sres. este blog provoca más destellos que el Tesoro del Carambolo. Son los broncíneos rayos del corazón de un hombre enamorado de una ciudad cananea devenida en cristiana y cabeza de puente con las Américas.
Por eso tiene ese misterio Cádiz. El misterio de la idolatría a un denominado Baal y Astarté frente a Yaweh. El alma andaluza es barroca, exhuberante. Esto tal vez se lo deba a esas deidades carnales que intentaban conjurar con los sacrificios humanos y la prostitución litúrgica las ansiedades de la existencia humana.
La Gadir, no sé si sería la auténtica Tarsis, que tu idolatras con razón, te pide que te cambies el nombre. Está bien el de Adivagar, pero no te hace justicia. La diosa fenicia Astarté te exige que pases a llamarte Argantonio y que gobiernes con luz toda la bahía: la Tartessius Sinus.
Y que esta Nova Atlántida nos acoja a los que apreciamos tu bondad. Hoy tus hijos cuando los bañes observarán en su padre unas pupilas brillantes; y seguro que intuirán que detrás de ello existe la magia; esa misma que nos salva en vida.
Sinceras y entrañables felicidades. ¡Y ánimo!.
Cuando dije adivagar, quise decir contrapunto, evidentemente... la afinidad de ideas no los iguala, aunque ambos escriben igualmente bien, pero ahora toca contrapunto...
¿contrapunto... eres adivagar tambien?
Sencillamente hermoso, bonito... Jamás hubiera imaginado que un buen amigo, con el que tantas, y tantas conversaciones he mantenido, de marcado carácter cientifista, filosófico, existencial, religioso, político, conversaciones las nuestras que comienzan a menudo con una sesión de auténtico humor absurdo pero inteligente, fuese, decía, a escribir algo tan bonito sobre esta, Cádiz, mi tierra de adopción (incluyendo mi querida Isla de León).
Los vellos como escarpias.
Lo digo en serio, en el sentido más literal de la palabra: vellos como escarpias, cuando he leido lo que has escrito.
Desde luego que te ha salido del alma. Me recorre un escalofrío por el cuerpo solo de pensar en el texto que acabo de leer.
Solo añadir esta pequeña reflexión: el ser humano necesita a veces la ausencia, la privación de lo más querido para, precísamente, darse todavía más cuenta de que lo quiere, de que lo quiso cuando lo tuvo y lo añora cuando no lo tiene. Quizá por ello ha sido necesario que te alejases de tu tierra 'gadita' para que aflorase toda esa poesía y haya quedado plasmada, bit a bit, letra a letra, tecla a tecla, sobre la página de un blog en la red.
Enhorabuena...
PD: Creo que no hace falta que me presente: esta tarde, una llamada 'apresurada' a la hora de la cena...
Buenas, no conozco Cádiz (quizás me llevaron de muy pequeño, pero no me acuerdo) pero ahora voy a tener que ir.
Si vas a hablar de ciencia (¡bien!) me pido algo, sencillito para empezar, sobre mecánica cuántica si te va el tema. También se un tema del que querría saber animal, pero no la digo que luego me busca las cosquillas en mis textos.
Dardo, muchas gracias por los cumplidos. Me tenéis un poco abrumado entre todos. Lo que me ha pasado en esta entrada es más obra del sentimiento que de mi capacidad con las letras. Es que Cádiz es una poesía hecha ciudad, y así en fácil escribir. Y los mismos nombres de sus plazas y calles ya destilan romanticismo. Pero en lo que no me puedo igualar a ti es en el vocabulario. Amigo, reconozco que tengo que leer tus comentarios con la página del DRAE abierta para ir consultando... Pero así estoy mejorando, lo cual es muy positivo.
Me alegro de haber transmitido más o menos bien lo que siento por mi tierra y mi exilio laboral. Como tú, también tengo alma barroca, y tiendo a adornar en demasía mis escritos. Pero como verás me he apropiado ligeramente de tu estilo literario, que engancha desde el primer momento. Eso sí, como dices, el brillo de los ojos siempre transmitirá esa magia, por lo que mis hijos siempre tendrán un pedacito de gaditanos, al igual que llevo yo mi trocito gallego por la tierra de mi padre, las rias baixas.
Muchas gracias, Dardo, y a seguir con los blogs, que tenemos que alimentarlos.
Jajaja! Ahora lo entiendo.
Blanca, me tenías totalmente confundido, desde tus primeros comentarios en mi entrada de inauguración. Ahora entiendo lo de la familia y demás.
No, no soy contrapunto, aunque tengamos ideas políticas parecidas. No soy hermano de Animal, aunque le tenga aprecio, nuestra relación es únicamente virtual. De verdad, tus comentarios me tenían en ascuas.
Un saludo, Blanca
El caso es que siempre tuve claro que eras adivagar... pero tenía una especie de mezcla... y terminé haciéndoos a los dos uno...
Y leyéndoos, está claro tu barroquismo andaluz y la contundencia leonesa de contrapunto, pero, da igual, os aprecio mucho a los dos, porque me estáis enseñando que existe otra forma conservadora de ver la vida que no tiene nada que ver con los políticos profesionales. Y de esta forma crecemos todos.
Un abrazo y espero con ansia tu próxima entrada, la de Cai ha sido hermosísima.
Hombre, viajero del tiempo!!
Qué alegría me da encontrarte de esta forma novedosa, y que hayas abierto tu nuevo blog. Lo enlazaré hoy mismo, cuando me ponga a arreglar el lateral de mi blog, y lo visitaré regularmente.
Qué de buenos ratos hemos pasado por allí, eh? Ya escribiré también alguna entrada sobre la Isla de León. Tienes razón, todo en la vida se aprecia mucho más cuando se pierde. Pero bueno, aquí estamos muy bien y hemos formado nuestra familia. Ya llegará el momento de volver, espero. Y si no, siempre estará el verano. Si no me mandan a Australia en Agosto, que hoy por hoy es lo más probable.
Un saludo, viajero del tiempo. Y por cierto, te recuerdo que hoy es el cumpleaños de Luisma...
Garib, bienvenido a mi blog.
Pretendo hablar de todo lo que me gusta o me llama la atención, y la ciencia me apasiona. Quiero intentar poner entradas de divulgación, mías o enlazando buenos artículos de profesionales, que seguro que se explican mejor que yo.
Pero bueno, una entrada sencillita de física cuántica... ¡Me lo pones difícil para empezar! Dicen que solo hay un par de personas en el mundo que entienden de verdad la física cuántica. Pero no pasa nada, porque una de ellas es mi amigo viajero del tiempo y seguro que nos dará alguna clase magistral...
Quiero empezar por algo más sencillito, pero seguro que también hablo de física cuántica y del famoso gato de Schrödiger.
Muchas gracias, Blanca.
La verdad es que en estos blogs se aprende mucho sobre los demás. A mí me está sirviendo para descubrir a gente con un gran corazón, como tú y tu hija Maripuchi. Eso sí, dos grandes corazones rojos...
Blanca, muchas gracias, yo también te aprecio, y prometo seguir tu blog. Lo visito a menudo (buena quedada vais a hacer), pero aun no me he animado a escribir. Un saludo.
Amigo. Muy bien la foto de la diosa Astarté. Pero un consejo en cuanto al texto. ¿Te has dado cuenta que lo has comprimido en un bloque único?.
Para facilitar la lectura es aconsejable fragmentar la composición (hacer párrafos separados). Esto evita el cansancio al lector.
Un bloque comprimido no invita a la lectura. La fragmentación es como una especie de mapa del texto.
Tal vez se deba a la plantilla o al tipo de letra. Pídele asesoramiento a Garib que es una autoridad en la cuestión.
Fotos sí. Pero fragmentación. Sería una pena rehuir una lectura tan bella por una cuestión tipográfica.
Gracias por el aviso, Dardo.
Hoy he estado trasteando en las opciones y he cambiado lo de los saltos de página sin darme cuenta. Ya está solucionado.
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