Por un cielo limpio
Desde el principio de los tiempos, los seres humanos hemos mirado maravillados nuestro cielo, preguntándonos qué es esa miríada de luces sobre nuestras cabezas. Todas las culturas las han relacionado con los dioses, y veían en su estructura las iras o bondades de deidades que regían nuestros destinos. En cualquier punto de la Tierra pueden observarse a simple vista unas 3.000 estrellas. Hoy hemos perdido esa maravilla, y son muy pocos lugares en España que gozan de un cielo estrellado. Desde cualquier ciudad podemos ver únicamente unas pocas decenas de estrellas, y hasta alejados en el campo podemos disfrutar solo de unos pocos centenares, las más luminosas. La estrella polar es difícil de ver, hasta conociendo su posición, y la mayoría de constelaciones quedan mutiladas, llegando nuestra visión apenas hasta la gamma. La lechosa claridad de la vía láctea es ya invisible a nuestros ojos. Ahora que somos capaces de llegar hasta el espacio, hemos perdido las estrellas y, por tanto, hemos dejado de maravillarnos cotidianamente con su misterio.
10 comentarios:
Cuando era una niña, me fascinaba ver la vía láctea en mi pueblo. En los raros días despejados que había, era fascinante ver la cantidad de estrellas...
No había vuelto a ver nada semejante (ni siquiera en lugares donde a priori hay poca o nula contaminación lumínica, como Maldivas o la República Dominicana) hasta que fui a Garrucha en 2002. Pese a las luces cercanas a la playa, ¡¡menudo espectáculo!!
Hombre, la zona del cabo de Gata hacia Cartagena puede tener un cielo ligeramente más limpio. En esa zona hay varios potentes telescopios, aunque en general el mediterraneo no es bueno para la observación astronómica, pues es un mar muy cálido y evapora mucho, empeorando el seeing.
Pero una buena noche clara, sin luna, a una buena altura, es una delicia.
Este verano en Bali,las estrellas estaban tan cerca,que tuve la misma que Abracurcix:que el cielo se desplomaba sobre nuestras cabezas.
Nunca valora uno lo que tiene hasta que lo pierde. Sin duda hemos perdido uno de esos grandes misterios que nos han fascinado siempre.
Recuerdo el impacto que tuvo en mi infancia cuando mirando las estrellas alguien me dijo que muchas de ellas ya no estaban allí, pero que todavía nos llegaba su luz.
Lo de haber pérdido el cielo, es, sin duda, una lástima, pues es de los espectáculos más bellos. Yo sentía predilección por Orión, que es la que siempre encontraba (gracias al cinturón).
En Córdoba (Argentina), en lo alto de sus montañas, sin ninguna luz nocturna alrededor, el espectáculo es tan impresionante que pone los pelos de punta. Solo me ocurrió una cosa que seguramente ya habréis imaginado: miraba al cielo y no reconocía nada... ¿Dónde estaba mi firmamento? ¿dónde las osas? ... hasta que un lugareño me enseñó..."mira, aquellas son "las Tres Marías"... y aquella "la Cruz del Sur"...
El espectáculo de mirar al cielo en una noche completamente oscura es estremecedor.
Blanca, las Tres Marías se pueden ver también en el hemisferio norte, en verano. Pero efectivamente la cruz del sur solo se puede ver por allí. Y marca el polo sur, al igual que la polar marca el norte. Otro espectáculo de los cielos del sur son la Gran y la Pequeña nube de Magallanes, dos galaxias cercanas a la vía láctea y claramente visibles a simple vista como dos pequeñas nubes.
Sí, amigo, por aquí por el Cabo de Gata (donde mi bisabuelo materno fue el farero) todo se ve bien clarito.
La contemplación del cosmos es una de las fuentes del conocimiento o experiencia de lo religioso.
Ahora que podemos llegar hasta el espacio; es tanta la distancia recorrida que parece que nos vemos entre nosotros como insectos en esta actual carencia de humanismo
Caramba, es una profesión con un halo de romanticismo enorme. De hecho aun recordáis su profesión a pesar de haber pasado cuatro generaciones, por algo será.
Estoy de acuerdo contigo, contemplar el cosmos abre la puerta a una reflexión sobre lo religioso y lo filosófico, a meditar sobre nuestro origen y nuestro fin existencial. Sobre el humanismo tengo una visión más bien pesimista, y pensaba escribir una entrada sobre el concepto de lo humano como supuesta virtud del hombre, sobre la alienación del ser humano, el lobo o el buen salvaje, el relativismo moral. Divagaciones varias.
Un saludo.
En un pueblecito de León también se ve el cielo con todas sus maravillas. Es impresionante, yo directamente me tumbo boca arriba y me quedo en éxtasis.
Y ni os cuento si lo hacéis hacia mediados de agosto, cuando la anual "lluvia de estrellas".
Impresionante de verdad.
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