"Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo." Arthur C. Clarke

lunes, 10 de septiembre de 2007

Un kilo de paja y un kilo de plomo

Ajajá, seguro que aquí hay trampa, pensaréis. Pues es verdad, la hay. Si ponéis en una balanza un kilo de paja y un kilo de plomo, ésta no se quedará en equilibrio... ¿qué no? Vamos a verlo.

Evidentemente, la masa de un kilo de plomo es la misma que la de un kilo de paja, por lo que su peso en la Tierra debe ser exactamente el mismo en ambos casos. Pero no lo verá así nuestra balanza... una balanza no indica el peso del objeto que se coloca encima, sino la fuerza que el mismo ejerce sobre ella.

Entonces, ¿dónde está la diferencia? En que vivimos sumergidos en un fluido, la atmósfera. Como todos los fluidos, si sumergimos algo en él experimentará una fuerza vertical y hacia arriba igual al peso del volumen del fluido desalojado, ¿os acordáis?

Sabemos que cuando nos damos un chapuzón, el agua nos empuja hacia arriba, dando la sensación de que pesamos menos. Éste empuje depende únicamente de nuestro volumen, no de nuestro peso. Si sumergimos en el agua un tapón de corcho, el empuje del agua desalojada lo mantendrá flotando. Pero si este tapón, con las mismas dimensiones, es de hierro, se irá a pique, ya que la misma fuerza que mantiene flotando el corcho no es suficiente para mantener a flote el hierro. Pesa más.

Lo mismo sucede con la atmósfera, aunque de forma bastante más tenue. Ejerce una fuerza vertical y hacia arriba igual al peso del aire del espacio que ocupamos. No es mucho, pero es medible. Un kilo de plomo ocupa mucho menos volumen que un kilo de paja, luego el empuje hacia arriba que le aplicará el aire desalojado será menor. La diferencia entre el aire desalojado por un kilo de paja y por el desalojado por un kilo de plomo es de aproximadamente un gramo. No demasiado, pero suficiente para que nuestra balanza haga descender lentamente la bandeja con el kilo de plomo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Adivagar, he venido a dar una vuelta y quedé atrapada con los temas. Qué interesante. Y lo del video que "vivimos con probabilidad de una guerra nuclear" Y ahora con lo de Ahmadinejad, ni se diga, aunque no lo menciona el video.
Me ha encantado estar por aquí. Un abrazo, Martha Colmenares

Butzer dijo...

Esta es una buena excusa para dejar de lado la báscula...XD

Alberto Esteban dijo...

Pues no sé yo si tengo que reclamar algún examen mío de la ESO... pero la verdad es que nunca había pensado en lo que nos cuentas. Muy interesante!!

Saludos

Adamantio dijo...

Acabas de hundir un clásico de los exámenes del colegio... :P

Bueno, ahora no sé si lo has hundido, o si habrá que calcular su volumen primero.... jejeje

Adivagar dijo...

Me alegro que os haya resultado interesante. Realmente seguirán pesando lo mismo, por definición, pero la báscula no entiende de definiciones, solo de todas las fuerzas que actúan sobre ella.

Butzer, yo ya hace unos años que dejé de lado la báscula. No me llevo muy bien con ella...

Martha, el video de Carl Sagan es de los ochenta. Entonces el peligro nuclear venía de un lugar muy diferente del de ahora, pero sigue existiendo. Alberto, Adamantio, me alegro de veros por aquí.

Un saludo a todos.

Dardo dijo...

¡Pero qué bien traido lo del principio de Arquímedes!.

Amigo. ¡Que buena madera de pedagogo tienes!.

Anónimo dijo...

Quiere esto decir que me timan en la Frutería?

Overbooking.

PD: He perdido mi contraseña...

El Cerrajero dijo...

Muy didáctico tu blog ^_^

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