"Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo." Arthur C. Clarke

martes, 16 de octubre de 2007

El origen del sistema solar

Para que aparezca la vida en un planeta, es necesario en primer lugar que se encuentren los materiales necesarios. Como decía Carl Sagan, “Si quieres hacer un pastel de manzana desde el principio, primero debes crear el Universo”... En una nube interestelar de hidrógeno es imposible que se forme vida. Son necesarios el resto de los elementos químicos. Y para que se formen todos los elementos químicos que nos constituyen, es absolutamente necesario que antes nazca, viva y muera una estrella.

Durante la vida de esa primera estrella se van generando en su interior diferentes elementos químicos a partir del hidrógeno original. Hasta llegar al hierro, último de los elementos generados en el horno de fusión nuclear del centro de una estrella. Una vez llegado a este punto, la estrella colapsará al no poder compensar la enorme fuerza de la gravedad con la energía obtenida de la fusión nuclear. Pero durante la enorme explosión termonuclear que pone fin a la vida de esa estrella ya se dan las condiciones necesarias para la formación de todos los elementos de la tabla periódica. Se forma entonces, tras la supernova, una gigantesca nube de gas interestelar compuesta por hidrógeno, helio y una gran variedad de elementos más pesados. Ya tenemos la materia prima que formará todo el sistema solar, incluida la Tierra y, por supuesto, nosotros. Por ese motivo decía Carl Sagan que somos polvo de estrellas. Literalmente.

Hace unos 4.600 millones de años, estos materiales comenzaron lentamente a agruparse, primero gracias a las fuerzas electrostáticas y luego a la acción de la gravedad. El 99,9% de toda esta gigantesca nube se fue uniendo en un punto central, hasta que la presión en el centro de esta enorme esfera fue tan elevada que los átomos de hidrógeno que había en ella se empezaron a fundir entre ellos creando helio. Y generando cantidades ingentes de energía en forma de luz, calor y radiación. Había nacido el Sol.

El 0,1% de materia restante se fue lentamente condensando en órbita a esta joven estrella para formar los diferentes planetas, asteroides y cometas existentes en nuestro sistema solar. Todo esto sucedió con una rapidez extraordinaria. Se estima que la Tierra se formó en solo unos 200 millones de años, tal vez menos.

Entonces, hace unos 4.400 millones de años tuvo lugar un espectacular suceso astronómico que cambió de repente la faz de la joven Tierra y la dotó de un enorme y cercano satélite: la Luna. Pero de esa historia ya hablaremos en otra ocasión. Por ahora, el sistema solar ya se ha formado.

5 comentarios:

Enriquenonpraevalebunt dijo...

"para que se formen todos los elementos químicos que nos constituyen, es absolutamente necesario que antes nazca, viva y muera una estrella".
Supongo que no valdrá cualquier estrella, y si todas las estrellas son de igual composición entonces lo que hace falta es que el universo tenga una composición concreta,¿no?

Adivagar dijo...

Efectivamente. En los primeros millones de años tras el Big Bang solo se formó un tipo de átomos, el Hidrógeno. Luego las primeras estrellas fueron solo de H, y empezaron a formar otros elementos ligeros. Al ser el universo mucho más denso, las estrellas eran mucho más grandes, y consumían su combustible a una velocidad mucho mayor. Pronto empezaron a morir. Esas primeras eran todas muy parecidas entre sí.

En la segunda generación ya empiezan a aparecer estrellas diferentes. Las nubes residuales de una supernova contenían ya materiales pesados, que se distribuían de modo diferente el H. Según la forma en la que dos (o más) de esas nubes chocaban, así nacían estrellas con diferente composición. Pero claro, para ello el universo debía ser de un heterogeneo que no era explicado por la teoría clásica del Big Bang. Tenía que haber diferentes densidades de materia desde el inicio del universo. La partícula primordial de donde nació todo debía ya tener las propiedades adecuadas para que el universo fuera como es ahora. La teoría del universo inflacionario explica esto, pero choca con la relatividad general de Einstein: el universo se expandió a una velocidad mucho mayor que la de la luz, y en él las leyes físicas no eran como las actuales.

Es un tema apasionante en el que se mezcla ciencia y creencia... el origen de todo, la creación del universo. Desde luego el universo está hecho a nuestra medida. Pero claro, sea como sea ese universo, siempre estará hecho a la medida de los seres que lo habitan...

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hay que ver la memoria que tiene el adivagar este.....¿cómo te acuerdas de todo eso?

En fin...permitidme la licencia, pero en algunas entradas soy incapaz de aportar nada... Cosas de estudiar letras, tal vez...

Adivagar dijo...

Over, se te ha pasado comentar lo de que vas a intentar sacarte el login nuevo... jejeje ;)

Un saludo!

animalpolítico dijo...

Gracias. Tienes una habilidad didáctica fuera de lo común.

Y el tema es terriblemente interesante.

Saludos

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